Según los médicos, los tratamientos de quimioterapia a mujeres
embarazadas siempre afectan al feto.
En República Dominicana, una adolescente de 16 años con 10
semanas de embarazo fue objeto de una polémica en torno a la quimioterapia que
requería y las consecuencias del tratamiento para su hijo.
La joven, identificada como Esperanza, lleva varias semanas internada en un
hospital, el Centro Médico para Maestros.
Por tratarse de una menor de edad, no se saben muchos detalles sobre
Esperanza, pero su caso levantó controversias en el país, debido a una
prohibición explícita del aborto en la Constitución.
El artículo 37 de la misma dice: "El derecho a la vida es inviolable desde la
concepción hasta la muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse, en
ningún caso, la pena de muerte".
Por esa razón, la joven estuvo varias semanas sin recibir el tratamiento de
quimioterapia para no provocar un aborto, lo cual fue criticado por grupos
feministas, en medio de un debate nacional que incluyó a la Iglesia Católica,
tradicionalmente opuesta al aborto.
Una consecuencia no deseada
El médico Jaime Escobar, director del Doctorado en Bioética de la Universidad
del Bosque de Bogotá, Colombia, dijo a BBC Mundo que "si ella necesita la
quimioterapia, se la tienen que hacer. Como consecuencia, seguramente va a haber
un aborto espontáneo".
"La quimioterapia va a afectar de todas maneras al producto de la concepción,
pero es una consecuencia secundaria", agregó Escobar. "Si están haciendo un bien
a la mamá tratando de protegerla, habría una secuela negativa y casi siempre
termina en el aborto que tendrían que realizar".
La Iglesia Católica en República Dominicana indicó "que se haga todo lo
posible para salvar a la muchacha, sin la necesidad de practicar un aborto
directo", como sugirió el cardenal dominicano Nicolás de Jesús López
Rodríguez.
El cardenal reafirmó que la Iglesia se opone al aborto, pero en caso de que
Esperanza pierda al bebé como consecuencia de la quimioterapia, no sería
considerado un aborto.
Cuando la adolescenste fue hospitalizada, los médicos se encontraron ante un
dilema no sólo ético, sino constitucional, de comenzar el tratamiento o no.
El doctor Pedro Sing, uno de los médicos que atienden a Esperanza, confirmó a
los medios locales que ya está siendo tratada con quimioterapia desde el viernes
pasado. El tratamiento incluye uso de esteroides, antibióticos y
transfusiones.
El caso de Esperanza no es el primero ni será el último, pero no es tan
común.
La madre primero
El doctor Escobar expresó que la quimioterapia "usualmente tiene todos los
grandes riesgos" para el feto y, aunque "no son tan usuales sí suceden estos
casos en que se producen los embarazos y aparece también la enfermedad en la
madre y se da preferencia al tratamiento de la madre".
"Eso es lo que básicamente se ha hecho y sigue siendo válido desde mi punto
de vista. La secuela que pueda tener sobre el producto de la concepción es un
efecto secundario que no es el deseado, pero que sucede porque estamos tratando
a la madre. Esa es la situación casi siempre", precisó.
De todos modos, organizaciones como Colectiva Mujer y Salud insisten en la
vida de una mujer no puede depender de la opinión pública.
Sergia Galván, representante de dicha agrupación, denunció que los médicos se
sintieran intimidados por las consecuencias legales y las presiones religiosas
de iniciar un tratamiento, incluso cuando ya había sido autorizado por el
Ministerio de Salud Pública.
La mayor crítica fue al hecho de que se desperdiciaran días cruciales antes
de empezar el tratamiento.
En una entrevista publicada por el sitio oficial de Colectiva Mujer y Salud,
Galván afirma que "detrás de todo esto están el Articulo 37 y el Código Penal" y
exige una modificación inmediata.
Fuente: bbc.co.uk
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