En pleno debate sobre el alcance de los recortes necesarios para cuadrar el desfae entre gastos e ingresos públicos, cualquier noticia de eficiencia en la gestión de recursos tiene un alcance mayor. La Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) ha elaborado un estudio en el que se señala que la inversión de 27,7 millones de euros en actividades de prevención de riesgos laborales que llevaron a cabo las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales en 2010 evitaron 29.079 siniestros laborales. Y otra buena noticia: implicaron un ahorro para las arcas de la Seguridad Social y sus empresas asociadas de 915,2 millones de euros.
Por cada euro invertido, las mutuas ahorran 3,72 euros en prestaciones al sistema de la Seguridad Social y 28,33 euros a sus empresas asociadas en concepto de días de producción no perdidos. En 2010, de los 915,2 millones de euros de ahorro a empresas y Seguridad Social, 130,7 millones fue en concepto de prestaciones y 784,5 millones por días de producción no perdidos.
Los enormes costes humanos y económicos derivados de los accidentes de trabajo y de las enfermedades profesionales perjudican a los trabajadores, restan competitividad a la empresa española, factor éste fundamental para el desarrollo económico, y comprometen la viabilidad de las Mutuas de Accidentes de Trabajo en particular, y del Sistema de Seguridad Social en general. Las mutuas realizaron en 2010 actividades de prevención en casi 33.000 empresas asociadas, que emplean a 1.785.179 trabajadores, a través de casi 396 técnicos en prevención de riesgos, según los datos difundidos por Amat.
Desde AMAT precisan que, pese a haber visto reducido a la mitad su presupuesto en actividades preventivas entre 2008 y 2010 por imperativo legal, el balance del año pasado ha puesto de manifiesto "la idoneidad y rentabilidad que aportan". Buena parte de los recursos destinados por las mutuas en 2010 a acciones preventivas se emplearon en fomentar la integración de la prevención en la empresa, promoviendo la reducción de la siniestralidad en aquellas ramas de actividad que durante 2009 presentaron mayores índices de accidentalidad laboral.
Desde 2006, distinta normativa ha venido restringiendo la actividad preventiva que con cargo a las cotizaciones sociales realizan las Mutuas en favor de sus empresas asociadas y de sus trabajadores protegidos, pareciendo olvidar los beneficios, humanos y económicos, que dicha actividad ocasiona.
El año pasado, cada día faltó al trabajo más de un millón de trabajadores según la CEOE. El coste directo de las ausencias fue de 8.000 millones entre lo pagado por Seguridad Social, mutuas y las propias empresas. Pero el trabajo que se dejó de producir supone un coste mayor, que cálculos patronales elevan por encima del 5%, en consonancia con la tasa de absentismo, que fue también algo superior al 5%.
Fuente: diariocritico.com
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