Vanessa Barford
"Un
logro"
El encanto
Los llamados "lapsos de tiempo" de un bebé, en
los que los padres toman diariamente fotografías de sus hijos y las colocan en
conjunto, se están volviendo cada vez más comunes. ¿Son la última moda en
cuanto a documentar el desarrollo de un niño?
Los padres siempre han mostrado entusiasmo por guardar
sentimentales recuerdos, como el primer diente o un mechón de pelo, mientras
sus hijos van creciendo.
Y las imágenes que marcan hitos en la vida, ya sean los
cumpleaños o el primer día de clases, son una constante en los hogares.
Pero ahora existe una tendencia mucho más ambiciosa a la hora de
catalogar el crecimiento de un hijo. Y en lugar de ser algo que permanece en la
intimidad de la familia, salen a la luz pública.
Este es el caso de Natalie, cuyo pasaje desde el nacimiento
hasta los 10 años de edad puede verse en un video de un minuto y 25 segundos de
duración colocado en YouTube en 2008, donde ya fue visto más de siete millones
de veces.
O el de una mujer y su pareja, quienes documentaron, en 90
segundos, nueve meses de embarazo.
Pero, ¿qué motiva a las personas a hacer esto?
"Un
logro"
Munish Bansal (39), un contable en Kent, en el sureste de
Inglaterra, ha registrado cada día de la vida de sus hijos desde el día en que
nacieron. Tiene más de 10.000 fotos de Suman (16) y Jay (13).
"Decidí que era algo que quería hacer antes de que naciera
Suman. Quería ver los cambios diarios, y también era por la familia en
India", asegura Bansal.
"Pensé que lo haría por unos pocos años, pero después
parecía una lástima detenerse. Cuando uno mira las fotos parece una película en
la que uno rebobina rápidamente hacia adelante, uno puede ver cómo se reía,
sonreía y lucía. Es maravilloso", agrega.
Bansal cuenta que debió ser "estricto consigo mismo"
para mantener la costumbre. En una ocasión, cuando su hija viajó a Francia,
logró que sus amigas y maestros tomaran las imágenes.
Le gustaría hacerlo hasta que cumplan 18 años pero todo depende
de cómo ellos se sientan al momento de ir a la universidad. Por ahora, dice,
aman la atención.
"Sea como sea siento que he conseguido un logro. Y espero
haberles dado a mis hijos un regalo que podrán pasar a sus hijos", agrega.
El cineasta holandés Frans Hofmeester, quien ha filmado a su
hija Lotte (12) cada semana desde su nacimiento, nunca se propuso concretar un
"lapso de tiempo": "Estaba cambiando tan rápido que sentí que
necesitaba documentar la forma en que lucía, los sonidos que hacía, para
mantener mi memoria intacta".
"Filmaba cada semana y editaba una película cada
cumpleaños. Cuando nació mi hijo Vince, comencé a hacer lo mismo", dice.
Hofmeester aseguró sentirse "abrumado" por la reacción
a su resultado: el video de Lotte, desde el nacimiento hasta los 12 años, de
dos minutos y 45 segundos de duración fue visto 3,7 millones de veces en la
primera semana tras ser colocado en Vimeo.
"Es el ejemplo más esencial de lo que es la vida, hay
tantas emociones en tan solo tres minutos".
El encanto
Es fácil entender por qué quienes los crean se sienten
cautivados, pero quizá más sorprendente es el atractivo que genera en otros.
Especialmente si se tiene en cuenta una reciente encuesta de
usuarios de Facebook, que determinó que las fotos de bebés son la segunda cosa
más irritante en internet.
Kathryn Blundell, editora de la revista Mother &
Baby, asegura que el interés generalizado se debe al elemento
"hipnótico" y de "memorización".
"Ya sea álbumes de fotos, videos, o bebés que tienen su
propia página en Facebook o en Twitter con actualizaciones como "Me hice
caca", o madres que escriben sus blogs, la cultura ya está ahí
afuera", dice Blundell.
"En cierta manera -agrega-
los 'lapsos de tiempo' son los modernos cuadernos de recortes".
Ellis Cashmore, profesor de
cultura, medios y deporte en la Universidad de Staffordshire, en el centro de
Inglaterra, considera que esta práctica también refleja un cambio más amplio en
la sociedad.
"Tenemos un concepto
distinto de la vida privada del que teníamos 20 años atrás. El concepto de
escudarse de la atención pública ha sido virtualmente abandonado. Compartimos
prácticamente todo, no sólo en redes sociales, sino en las interacciones del
día a día".
Algunos padres no están cómodos
con el hecho de poner en la red fotos de bebés, o temen exponerlos a
manipulaciones o abusos. Críticos también argumentan que los niños, y no sus
padres, deberían tener el derecho a decidir si quieren tener una huella
digital.
Un estudio de la firma de
seguridad en internet AVG encontró que 92% de los niños en Estados Unidos
tienen presencia en internet para cuando cumplen dos años, un porcentaje que
baja al 81% en Reino Unido y Francia.
Sin embargo, aquellos que
piensan que esta práctica se convertirá en la norma están equivocados, de
acuerdo a Greg Hobson, el encargado de fotografía en el National Media Museum, en
la ciudad de Bradford, en el norte de Inglaterra.
"Es un fenómeno
interesante y creo que la gente tiende a conectar con estos 'lapsos de tiempo'
porque son seres humanos (...) y nos hacen conscientes de nuestra propia
mortalidad. Pero son esencialmente fotos de familia, así que mientras es
interesante ver algo nuevo en internet, el intervalo de atención para estas
cosas es relativamente corto".
Fuente: bbc.co.uk
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