miércoles, 30 de noviembre de 2011

Brasil: Definen las reglas para la participación de los privados en la construcción de gasoductos

El gobierno de Brasil dio un paso importante para reducir la dependencia de Petrobras en el transporte de gas por el país, operación que históricamente es un monopolio de la estatal. En dos semanas, el ministerio de Minas y Energía publicará una ordenanza con la definición de reglas para que el sector privado entre en la construcción de nuevos gasoductos.


El texto, que es un avance en relación a las normas de la Ley de Gas, sancionada en diciembre del año pasado, establecerá las condiciones para que empresarios de cualquier ramo presenten, por cuenta propia, proyectos para la construcción de ramales de transmisión de gas de acuerdo a demandas que hayan identificado.

Esos nuevos proyectos de gasoducto se enviarán al ministerio. En caso de ser aceptados, se transformarán en pliegos de licitación e irán a subastas, según los moldes de lo que ocurre actualmente con las líneas de transmisión de energía. Hasta entonces, los gasoductos dependían de una autorización para construirse. Como Petrobras domina la red actual, de 9.500 kilómetros de extensión, el interés por la expansión se restringía a la estatal. Al cambiar el modelo de autorización al de concesión, el gobierno espera atraer inversores interesados en explorar el servicio.

Esa nueva propuesta aumentará la competencia en el sector, además de reducir la tarifa de gas, dijo Marco Antonio Martins Almeida, secretario de Petróleo, Gas Natural y Combustibles Renovables.

Hoy, Petrobras construye el ducto y establece la tarifa con base en el precio del ducto. Si alguien no está de acuerdo con ese valor, tiene que recurrir a la Agencia Nacional de Petróleo (ANP).

Participarán del proceso no solo agentes vinculados al sector eléctrico, sino también los interesados en una aplicación de largo plazo con ingreso garantizado, como los fondos de pensión, por ejemplo. Eso provocará una reducción del costo de construcción de ductos, afirmó Almeida.

De acuerdo con el ministerio, el precio promedio de construcción de gasoductos en Brasil es hasta 50% superior al promedio del mercado internacional. La concesión de las nuevas estructuras de transporte del gas durará 30 años, y podrá renovarse. Ganará el contrato quien ofrezca el menor descuento sobre el ingreso estimado en la licitación de cada proyecto.

El gobierno cree que las primeras subastas tendrán lugar en 2012. Según Almeida, la propuesta pretende atender los proyectos que eventualmente no integren el plan de expansión de la red trazado por el ministerio de Minas y Energía.

La expansión de la malla de transporte de gas se debatió en Brasilia, durante un seminario en el que el gobierno discutió el Plan de Expansión de Malla de Transporte, que prevé el cronograma de las acciones para los próximos diez años. En base a esa iniciativa, que se prevé estará completa en el primer trimestre de 2012, el gobierno tomará decisiones sobre los nuevos proyectos.

La falta de una política de apoyo a la industria del gas es una crítica antigua de empresarios del sector industrial, arrinconado frente a la infraestructura de extracción, flujo, tratamiento y transporte de materia prima concentrada en las manos de Petrobras. Según el informe de la Confederación Nacional de Industria (CNI), Petrobras es socia en 16 de las 20 distribuidoras en operación en Brasil. Eso hace que los demás productores estén obligados a vender su producción a la estatal, en negociaciones que tienen precios muy bajos.

La estatal reconoce la estrategia de ser una “empresa vertical”, pero afirma que existen al menos 16 compañías extranjeras actuando en la exploración de petróleo y gas. En la etapa de producción, alega, hay 22 firmas brasileñas en actividad. Pero el volumen producido por todas, es de 1,5 millón de metros cúbicos de gas, mientras Petrobras, sola, produce 65 millones de metros cúbicos.

Toda esa estructura no fue suficiente para impedir que el presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, informase, la semana pasada, que la estatal no hará nuevos contratos de provisión de gas natural para las térmicas que entrarán en operación en 2016. 

Fuente: hidrocarburosbolivia.com

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