Julie Ball
Cientos de miles de pequeñas compañías chinas son financiadas
por préstamos privados, frecuentemente ilícitos. Pero como muchos se vuelven
incobrables, el gobierno anunció un esquema piloto para crear instituciones
financieras nuevas y más pequeñas que ofrecen microcréditos y capital privado.
¿Es el próximo paso de nueva revolución económica?
En ese país es muy común el financiamiento privado; es decir, prestar dinero
fuera del sistema bancario estatal.
Por ejemplo, la ciudad de Wenzhou, en la provincia de Zheijang, es
considerada el hogar de los empresarios chinos. Wenzhou tiene más de 400.000
pequeñas empresas que crean una alta proporción de los "bienes" del mundo, como
encendedores, zapatos y anteojos.
Muchas de las fábricas de la ciudad comenzaron a operar gracias a préstamos
privados porque los bancos estatales de China no están involucrados en el
negocio de prestarles dinero a las incipientes empresas de manufacturas.
Así que, para financiar sus nuevos proyectos, los empresarios han puesto sus
ojos en los financieros privados.
Estos prestamistas son, con frecuencia, dueños también de negocios y buscan
conseguir un mejor interés para su dinero que el que consiguen en los bancos
estatales. Y tienen mucho capital para prestar.
Zhou de Wen es el líder de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de
Wenzhou. Le dijo al programa In Business, de BBC Radio 4, que la
cantidad total de préstamos privados en Wenzhou llegó a US$19.000 millones.
En la provincia de Zheijang la suma supera los US$237.000 millones, que es
más o menos la mitad del total de préstamos privados en China, de US$586.817
millones.
Negocio riesgoso
El problema con este financiamiento privado es que muchas veces no ocurre de
manera abierta. Oficialmente es ilegal, pero la línea es muy delgada entre lo
que está permitido y lo que no lo estáñ.
El gobierno chino se hace la vista gorda con buena parte del mercado de
financiamiento privado, siempre y cuando las tasas de interés que reciben los
prestamistas no excedan las tasas de interés de los bancos estatales.
Muchos prestatarios, sin embargo, pagan con frecuencia una tasa mucho
mayor.
En Wenzhou, la tasa oficial del estado es de 0,6% al mes, mientras los
prestamistas privados pueden cobrar entre 3% y 6% al mes por sus préstamos, que
frecuentemente son de corto plazo y hasta por seis meses.
Esta práctica estuvo en los titulares de prensa hace poco cuando una corte
halló a una empresaria de 31 años, Wu Ying, culpable de "trampas
financieras".
Wu, que pasó de ser una peluquera a una de las mujeres más ricas del país,
fue sentenciada a muerte, si bien el viernes pasado la corte suprema del país
anuló la sentencia y ordenó un juicio nuevo.
Ganadores y perdedores
Con el rápido crecimiento de la economía de China, el financiamiento privado
ha sido una situación en la que todos ganan.
Los empresarios han podido tener acceso al capital que necesitan para
desarrollar sus negocios, que a su vez les permiten beneficiarse de la bonanza
china. Los inversionistas, mientras tanto, consiguen una mejor tasa en la
devolución de su dinero.
Pero el debilitamiento reciente de las condiciones económicas chinas y
mundiales ha generado grietas en el sistema.
Como ahora muchos se ven enfrentados a ventas débiles y una competencia más
fuerte, varios dueños de fábricas que recibieron dinero prestado no han podido
pagar su deuda. Algunos, incluso, han desaparecido y otros se suicidaron,
dejando a los prestamistas con pocas esperanzas de recuperar su dinero.
Y mientras un alto número de prestamistas son hombres o mujeres de negocios,
otros son personas comunes y corrientes que ahorraron y tenían dinero para
invertir. A veces hacían préstamos sólo a punta de confianza y un apretón de
manos porque sus acuerdos eran entre amigos, familiares y socios cercanos.
"Misiones importantes"
El gobierno chino recientemente anunció planes para reformar este sector de
la economía, por lo que desarrolló un esquema piloto para crear instituciones
financieras nuevas y más pequeñas.
El esquema comenzará en Wengzhou y creará instituciones como bancos rurales,
compañías de microcréditos y, más importante, un fondo de capital privado
dirigido por el gobierno de la ciudad para que sea invertido en sus compañías
privadas.
Esta decisión no tiene antecedentes en China y podría ser el comienzo de la
próxima fase de su desarrollo económico.
Llega casi al tiempo del anuncio del primer ministro, Wen Jiabao, de que
debería ponerse fin al monopolio de los bancos estatales.
Y el gobierno no es el único que tomó la iniciativa de mejorar la situación
en Wenzhou.
Desde mayo de 2010, un joven abogado, Yen Yi Pan, maneja una página web en la
que tanto prestamistas como prestatarios pueden comerciar. La idea le llegó
después de que se dio cuenta de una serie de casos en su oficina sobre negocios
de préstamos.
"La página tiene dos misiones importantes", explica. "Una es ser una
plataforma de intercambio de información para prestamistas y prestatarios. La
segunda es para cuando las dos partes ya tienen un acuerdo".
"Ofrecemos apoyo legal en línea, preparamos contratos, acordamos tasas de
interés y damos una especie de garantía. De esta manera estamos en una posición
en la que podemos ayudar a regular el mercado".
Zhou de Wen, el influyente líder de la Asociación de Pequeñas y Medianas
Empresas de Wenzhou, cree con tanta firmeza que el financiamiento privado debe
regularse que escribió un borrador sugerido de ley para tal efecto.
Dice que el sistema financiero debe cambiarse porque el monopolio de los
grandes bancos estatales promovió el crecimiento del sector financiero
privado.
"Tenemos un sistema financiero muy irracional en este país. No puede suplir
las necesidades económicas del desarrollo de este país. Por eso se ven muchas
crisis en estas pequeñas y medianas empresas".
"Si el sistema financiero no cambia entonces la economía de nuestro país no
puede seguir adelante", dice.
Fuente: bbc.co.uk
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