Con la crisis europea volteando por completo el panorama de la deuda pública, el universo de la renta fija se encuentra en plena revisión. En esta encrucijada, aumenta el atractivo de los títulos emitidos por las empresas y las entidades financieras, cuya ecuación de rentabilidad y riesgo sirve para dar resplandor a las carteras.
El universo financiero sigue revolucionado. En verdad, no ha dejado de estarlo desde el estallido de la crisis en 2007. En los últimos tiempos, esa inestabilidad se ha nutrido de las persistentes turbulencias procedentes de la zona euro. Aunque la gravedad de la situación ha afectado a todos los activos financieros, en ninguno lo ha hecho con tanta intensidad como en la deuda pública, es decir, la emitida por los Estados. El impacto ha sido tan mayúsculo que ha provocado una consecuencia impensable hasta ahora: la deuda soberana, la más segura entre las seguras, ha perdido esa condición y ha pasado a comportarse como si fuera un activo con riesgo.
Semejante pirueta ha generado una réplica en los restantes productos de inversión, provocando así una onda expansiva que salpica en primera persona a la deuda privada, la lanzada al mercado por las empresas y las entidades financieras. ¿Por qué se ve tan influenciada? Porque son rivales y compiten por el dinero de los inversores. Hasta la fecha, como la división estaba clara ?la deuda pública, más segura, para los conservadores; la privada, más arriesgada, para los que quieren más picante en su cartera?, no había problema.
Pero como la crisis ha difuminado esa frontera, esa competencia ha mudado y lo ha hecho para mantener elatractivo de la deuda privada. Al fin y al cabo, si los títulos públicos se comportan como los privados y éstosofrecen más rendimiento y las tasas de impago continúan siendo reducidas, ¿por qué no invertir en ellos a la espera de que los primeros vuelvan a calmarse? ?Aconsejamos a los inversores mantener un ojo en los diferenciales entre la deuda privada con respecto a los bonos gubernamentales en 2012?, recomiendan desde Bank of America Merrill Lynch. Como, además, y por paradójico que resulte, hay inversores que tienen las alforjas llenas de liquidez, la búsqueda de rentabilidad puede hacer que sus puntos de mira se dirijan a la deuda privada.
El secreto: saber combinar
Por tanto, esta alternativa sirve en estos momentos para embellecer su cartera a la esperade que se despeje el panorama financiero. En este sentido, los consejos de los expertos no difieren con respecto a otros activos: lo más recomendable consiste en diversificar. Más en concreto,Teresa Gimeno, experta en renta fija de Banif, resalta la conveniencia de mezclar los atractivos que tienen los distintos emisores y tipos de títulos que existen. Sobre todo, cuando se trata de realizar una selección dentro de las compañías y las entidades españolas, cuyo rendimiento es en la actualidad más atractivo que el que presentan sus competidores europeos, sobre todo alemanes y franceses. En este sentido, para 2012 propone una cartera compuesta por 13 referencias, en la que predomina el sector financiero, cuyos títulos, por precio y rentabilidad, ofrecen más riesgo, pero tambiénmayor potencial de rendimiento.
?En el largo plazo, buscamos emisores atractivos por su perfil demenor riesgo y mayores garantias. Entidades del sector bancario que necesitan mayor flujo de financiación para su actividad de crédito y que tienen unos balances más sólidos; o bien entidades de sectores con expectativa de ingresos recurrentes y crecientes en el largo plazo. Es el caso de Santander, Telefónica, CaixaBank o BBVA.
En el corto plazo, entidades que tienen peores perspectivas de negocio en el largo plazo pero presentan elevadas garantías en el corto. Son entidades que aportan un valor añadido en los plazos cortos. Es el caso de Sabadell?, explica.
En el corto plazo, entidades que tienen peores perspectivas de negocio en el largo plazo pero presentan elevadas garantías en el corto. Son entidades que aportan un valor añadido en los plazos cortos. Es el caso de Sabadell?, explica.
Otro producto con un atractivo interesante por la combinación de rentabilidad y seguridad que ofrece son las cédulas hipotecarias. ?Se trata de activos con un elevado interés para los compradores. Es el caso de Popular, Bankia, Bankinter o Banco Financiero?, prosigue Gimeno.
Como remate, los títulos emitidos por organismos o instrumentos con respaldo público también se hacen un hueco en la cartera recomendada. ?Apostamos por emisiones de agencias gubernamentales, y por tanto con garantia de la deuda pública española. Es el caso del Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE), el Fondo de reestructuración ordenada bancaria (Frob) o el Instituto de Crédito Oficial (ICO)?.
¿Cómo hacerlo?
Eso sí, a la hora de invertir en títulos de emisiones concretas debe tener paciencia. ¿La razón? El mercado de deuda privada no resultan tan ágil y accesible para un particular como lo puede ser, por ejemplo, el de renta variable. Ni la información disponible sobre los precios está tan a mano ni resulta tan sencillo encontrar el título concreto en el que se quiere entrar. Es más, la mayoría de las emisiones se dirige al inversor institucional, razón por la que definen unos importes de inversión mínimos tan elevados ?50.000 euros omás? que alejan a los particulares de invertir en estos activos. Para hacerlo, el camino más directo consiste en operar a través de la entidad de la que sea cliente o en laplataforma de negociación electrónica (SEND) lanzada por el mercado español de renta fija (AIAF) en 2010.
Fuente: eleconomista.es
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