Louise Redvers
Ella es atrevida, es brillante, es hermosa y está arrasando en
Angola. Nada mal para una transexual en un país católico africano, donde la
homosexualidad es ilegal y punible con trabajos forzados.
Nacida en Luanda como Teca Miguel García, la cantante y bailarina Titica
adoptó a su personaje femenino hace cuatro años tras una operación de implante
de senos en Brasil.
A los 25 años de edad, Titica es el nuevo rostro del género musical de Angola
conocida como "kuduro", una mezcla de la música tradicional local y la
electrónica occidental.
Durante el día sus canciones causan furor en los minibuses, por la noche
llenan las discotecas de Luanda y los fines de semana se han convertido en la
banda sonora esencial de las fiestas infantiles.
Titica se llevó el premio al mejor artista de kuduro de 2011, aparece
habitualmente en televisión y radio e incluso participó y fue galardonada en el
concierto anual de Divas, al que asistió el presidente del país, José Eduardo
dos Santos.
Con una formación en ballet, ella se involucró en el kuduro como bailarina de
apoyo en actos populares. En octubre pasado lanzó su primera canción, Chao, que
hasta la fecha es uno de los temas más tocados de kuduro en Angola y su
diáspora.
Este mes Titica se embarcará en su primera gira internacional por Portugal,
Reino Unido y Estados Unidos.
"Mucho sacrificio"
En declaraciones a la BBC, Titica contó que el éxito la ha superado.
"Gracias a Dios, estoy muy contenta, me tomó tiempo llegar aquí y mucho
sacrificio, pero gracias a Dios, todo va bien para mí".
Sorprendentemente tímida, Titica declinó hacer comentarios sobre su
sexualidad, pero dijo que de su recién adquirida fama no todo ha sido
placentero.
"He sido apedreada, he sido golpeada y hay un montón de prejuicios en mi
contra; mucha gente lo demuestra. Hay muchos tabúes", dijo.
A pesar de todo, Titica tiene muchos fanáticos y la mayoría parece más
interesada en su música que en su género.
"Me gusta Titica, me cae muy bien. Algunos dicen que ella es una chica,
algunos dicen que es un chico, no se sabe muy bien; nos gusta su música",
manifestó un seguidor.
Romper tabúes
Hugo Salvaterra, quien participó en el rodaje de un documental sobre kuduro
para la televisión sueca, dijo que Titica primero es una gran artista y luego
una transexual.
"Titica es talentosa, está haciendo buena música y tiene un fantástico show
en vivo; es por eso que a la gente le gusta", dijo.
"El kuduro definitivamente ha abierto la puerta a la aceptación de Titica
(...) Eso es lo que ha hecho el arte a lo largo de toda la historia de la
música: trascender y romper tabúes", agregó.
Además de la plena integración en la escena musical local, Titica ha
compartido el escenario con artistas angoleños de renombre internacional.
Salvaterra dijo que si bien el perfil de Titica está creciendo, todavía hay
resistencia entre algunos sectores sociales.
"Creo que tenemos que separar al Estado y al pueblo", y explicó que la
independencia del país de Portugal en 1975 y los 27 años de guerra civil hasta
2002, hicieron a los angoleños más abiertos a abrazar nuevas ideas.
"En países como Angola -que estuvieron en guerra por tanto tiempo- nos
acostumbramos a una cierta espontaneidad; todos los días tienes que improvisar
en un contexto particular así que el espíritu de improvisación está bajo la piel
de los angoleños y nos vuelve personas muy creativas".
Editoriales homofóbicos
Sin embargo, es difícil imaginar que Titica sea tan bien recibida en otros
países africanos como Uganda, Nigeria, Malawi, Kenya y Camerún, en donde los
homosexuales son regularmente víctimas de violencia y procesos judiciales.
Aunque la homosexualidad es ilegal en Angola, no hay registro de alguna
sentencia por esa razón y un nuevo código penal está por votarse en el
parlamento para prohibir la discriminación por razones de orientación
sexual.
Esto pone al país lejos de sus vecinos, algunos de los cuales en los últimos
meses han reiterado su oposición a los gays y lesbianas -una postura incluso
respaldada por la ganadora del Premio Nobel de la Paz y presidenta de Liberia,
Ellen Johnson Sirleaf.
Sin embargo, aunque Titica parece haber sido muy bien aceptada y la capital
angoleña, Luanda, tiene una pequeño y abierto mundo social gay, todavía hay una
resistencia silenciosa a la homosexualidad y el país no es el paraíso tropical
amigable para los gays que algunos imaginan.
Aunque una boda de lesbianas fue cubierta ampliamente por los medios, también
dio lugar a editoriales muy homofóbicos.
De acuerdo con la organización de salud Population Services International
(PSI), que ha hecho una encuesta sobre la comunidad gay de Luanda y el VIH,
todavía hay una fuerte desaprobación de la homosexualidad.
"No hay casos de violencia homofóbica, pero no diría tampoco que la gente es
totalmente tolerante con la homosexualidad", dijo Nana Frimong, exdirectora de
la organización.
Frimong dice que el gobierno ha callado por mucho tiempo sobre el tema.
Independientemente de la política, no hay duda de que Titica ha ganado un
lugar en el corazón del país y parece que seguirá creciendo su popularidad.
"Este es un pequeño paso, pero creo que va a ayudar enormemente a romper
estereotipos. Seguimos siendo una sociedad muy conservadora, pero creo que el
hielo se está rompiendo", dijo Salvaterra.
Fuente: bbc.co.uk
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