El argentino Leo Messi es atendido en el terreno de juego por los servicios médicos del fútbol.
Rubén Rodríguez
El argentino Leo Messi se ha convertido en el foco informativo, pero en esta ocasión no ha sido por sus goles, sino por su indisposición antes del choque frente a Osasuna y su posterior participación en el partido de Copa. En los últimos años, los servicios médicos de los clubes se han convertido en parte viva de la estrategia de los equipos, y el caso de Messi ha sido el último en tener lugar.
A día de hoy, los partes médicos han pasado a formar parte de la estrategia en el fútbol: lesiones poco explícitas, dolencias con un tiempo de recuperación mucho mayor al que luego necesita el jugador e incluso informaciones muy enrevesadas se han convertido en una situación real, en un nuevo arma a través del cual los equipos condicionan sensaciones en los rivales y, sobre todo, esconden sus credenciales.
Sin duda, Pep Guardiola y José Mourinho se han convertido en los dos entrenadores que mejor manejan el abanico de posibilidades que tienen a su alrededor. Ambos son dos de los mejores gestores del fútbol, tanto en lo deportivo como en lo que lo rodea, ya sean ruedas de prensa o incluso los partes médicos. Así, estos últimos han pasado a tomar una relevancia que años atrás no tenían.
El último caso en suceder ha sido el de Messi. El Barcelona anunciaba a través de un parte médico y de un comunicado oficial a mediodía del miércoles la indisposición del argentino, que con un proceso gripal y con fiebre no jugaría ante Osasuna. Sin embargo, saldría en la segunda parte y sería el autor de dos goles, una situación que enfadó sobremanera a los componentes del conjunto 'rojillo'.
Incluso las propias versiones entre los protagonistas se contradicen. Mientras el club y Guardiola aseguran que Messi sufría problemas estomacales, con fiebre y tiritonas, el propio jugador aseguraba que sólo se había tratado de "unos dolores en la panza", en sus propias palabras. Más tarde, Guardiola pediría disculpas en rueda de prensa a Osasuna por lo que considera "un malentendido".
Más casos en los últimos años
Pero ésta no es la primera vez que ocurre algo así. Tras la rotura de tibia deDavid Villa en el Mundial de Clubes se hizo público que el jugador sufría desde hace algunos meses un problema en su pierna izquierda. Si bien es cierto que no fue baja en ningún momento, la fisura que sufría en su tibia fue anunciada hasta que el jugador sufrió la rotura completa que le obligó a pasar por el quirófano.
Además, el conjunto azulgrana es el equipo de las 'recuperaciones milagrosas'. En las últimas lesiones de sus jugadores, todos ellos han reaparecido fechas antes de lo que esperaba por lo estimado en el parte médico. Así, muchos jugadores azulgranas han vuelto a los terrenos de juego antes de lo esperado, y muchos de ellos sin previo aviso, con Carles Puyol yAndrés Iniesta como últimos casos.
Y el caso del Real Madrid no es distinto. El más sonado es el de Kaká, del que no se sabía ni qué lesión sufría. Así, cuando los servicios médicos anunciaron la intervención de su rodilla, la gente no se lo creía al pensar que sus dolencias se habían producido por culpa del pubis. Esta temporada ha pasado algo similar con Sahin, del que no se sabía qué lesión tenía hasta que ha debutado con el Madrid.
Madrid y Barça se han convertido en dos equipos que controlan cada detalle minúsculo, y la supervisión de los partes médicos ha pasado a formar parte de la estrategia tanto o más que la táctica. Pero una pregunta queda sin respuesta: ¿Qué hubiera pasado si quien anuncia que no jugaría su estrella -en este caso Cristiano Ronaldo- y después aparece para solucionar la eliminatoria con dos goles es José Mourinho?
Fuente: elconfidencial.com
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