Se estima que la nueva política puede afectar hasta a 800.000
personas.
Cuando José Salcedo se enteró de que el gobierno de Barack
Obama había decidido suspender por dos años las deportaciones de ciertos jóvenes
inmigrantes indocumentados y abrirles el camino para la solicitud de permisos de
trabajo, se reunió con sus amigos para celebrar.
"El viernes fue un día muy especial y muy feliz para nosotros, para las
expectativas y los sueños que tenemos", le dijo a BBC Mundo este estudiante
universitario indocumentado de origen colombiano que vive en Miami.
Según el plan, aquellos inmigrantes indocumentados entre los 16 y 30 años que
hayan vivido por lo menos cinco años consecutivos en Estados Unidos pueden
continuar en el país y solicitar permisos de trabajo.
Por eso, José y sus amigos creen que podrán optar a uno de ellos y ya sueñan
cómo el simple hecho de obtener una licencia de conducir -que en EE.UU. sirve
también de documento de identidad- podrá cambiar su vida.
"Cuando tengamos la licencia nos vamos a manejar por todo el país y vamos a
entrar a una discoteca sin tener el miedo de que me van a pedir la licencia y no
la tengo", explica Salcedo quien señala que ya no tendrá que emplear el doble de
tiempo para viajar en autobús o bicicleta y podrá trabajar por "un salario
justo".
Pero sobre todo cree que su vida cambiará porque no tendrá que despertarse
todos los días con la idea de que pueden mandarle a un país -Colombia- de donde
se fue con nueve años y que, dice, casi no conoce.
Primer paso
Para José Salcedo, esta nueva política es sólo el primer
paso.
A jóvenes como José se refería Obama cuando explicó a quién beneficiaría la
medida.
"Son estadounidenses de corazón", explicó el presidente que argumentó que no
es justo expulsar a cientos de miles de jóvenes con talento que están integrados
a la sociedad, completaron o están completando sus estudios secundarios y
universitarios y tienen muy pocos vínculos con los países que dejaron atrás.
Por eso, este estudiante de Relaciones Internacionales de 21 años, ve este
cambio en la política migratoria como "una victoria entre tantas cosas que pasan
de leyes contra los inmigrantes".
Pero advierte que es "sólo el primer paso". "No nos da estatus legal.
Queremos seguir trabajando porque sin estatus no vamos a llegar a nada, vamos a
seguir siendo invisibles".
El DREAM Act, el premio gordo"
Criterio para ser elegible a la nueva inciativa
- Haber llegado a EE.UU. antes de los 16 años
- Residencia en el país por cinco años consecutivos
- Ser estudiante o haberse graduado de secundaria o haber servido honorablemente en el ejército
- No tener expediente criminal
- Ser menor de 30 años
En eso coincide Juan Escalante, un estudiante universitario indocumentado de
23 años y origen venezolano que vive en Tallahassee (Florida).
"No nos podemos quedar dormidos. En dos años puede que nos quedemos otra vez
sin nada", advierte.
Y es que la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, explicó que
el cambio de política no prevé un camino hacia un estatus legal permanente ni
ciudadanía.
La nueva norma "básicamente da un poco de calma porque ya sabemos que no nos
pueden deportar por los próximos años y un poco de esperanza porque tenemos un
presidente que dio un paso adelante para asegurar que su promesa de una reforma
migratoria se puede ver con otro tipo de luz ya que históricamente él -Obama-
tiene el récord de deportaciones en la historia de este país", apunta Escalante
que también es portavoz de la organización Dreamactivist.
Sin embargo, considera que esto es sólo una "victoria pequeña" ya que para él
el DREAM Act -un proyecto que legalizaría la situación de los estudiantes que
llegaron al país de forma irregular cuando eran menores- es "el premio
gordo".
"Mientras tanto tenemos esto y creo que va a servir como una herramienta, una
buena espada para que la gente ya no tenga miedo, se una más y se administre
mejor para la causa del DREAM Act y la reforma migratoria", concluye.
Fuente: bbc.co.uk
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