Para Ecologistas en Acción, el problema de contaminación atmosférica que sufre Madrid, y que cada año supone la muerte prematura de 2.000 personas, no es el “tiempo seco” bajo el que Ana Botella esconde la inacción por parte del Ayuntamiento de Madrid para atajar este grave problema de salud pública. El problema de la contaminación reside en la gran cantidad de tubos de escape que circulan por la capital, y en la falta de medidas de tipo estructural para reducir su uso.
La ciudad de Madrid lleva desde el año 2001 superando el valor medio anual que la normativa europea permite para el dióxido de nitrógeno. En todo este tiempo el Ayuntamiento de Madrid, según Ecologistas en Acción, no ha sido capaz de reducir los niveles de este pernicioso contaminante para la salud de los madrileños. La estrategia aprobada para 2006-2010 (Estrategia Local de Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid) fue, para esta organización, un rotundo fracaso. En todo este tiempo fueron célebres los argumentos esgrimidos por la consejería de Medio Ambiente, presidida entonces por la actual alcaldesa Ana Botella, en los que se acusaba al “polvo sahariano” de ser el responsable de esta contaminación, así como de la actitud “alarmista de los ecologistas”. Llegó el 2011 y Madrid nuevamente, y esta vez sin ningún plan en activo, volvió a superar los niveles permitidos.
Para Ecologistas en Acción la ceguera municipal es mayúscula, cuando, incluso ante los datos que la misma red de medición de la capital arrojaba, Ana Botella afirmó que ella no era capaz de ver esa boina de contaminación, también ya célebre de la ciudad de Madrid.
Ahora, cuando Madrid ha estado un año entero sin ningún plan en activo, cuando nuevamente los datos vuelven a ser contundentes: Madrid continúa superando los niveles permitidos al igual que toda la década anterior, Ecologistas en Acción subraya que todo lo que hace la nueva alcaldesa es echar la culpa a un clima anormalmente seco, y todo lo que propone es la instalación de filtros en los autobuses públicos, cuando sabe perfectamente que la contribución de los autobuses a la contaminación atmosférica de la ciudad es baja.
Para la organización ecologista no deja de ser grotesco que el Ayuntamiento de Madrid obvie a las 2.000 personas que se estima que cada año fallecen prematuramente en la ciudad a causa de la contaminación atmosférica, así como los graves problemas de salud que causa a muchos madrileños (alergias, asma, etc.), mientras mira al cielo como toda explicación a la contaminación atmosférica.
Por todo ello, Ecologistas en Acción exige que de una vez por todas, la contaminación atmosférica sea un asunto prioritario en la política municipal del Ayuntamiento, y que se apruebe un plan serio y riguroso para atajar la causa de esta contaminación: la elevada circulación de automóviles por la ciudad.
Fuente: ecologistasenaccion.org
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