Los equipos portátiles son los más vendidos en estos momentos. Son atractivos, potentes y sus precios han bajado de manera espectacular durante los últimos años. Sin embargo, la gran cantidad de variantes, fabricantes y configuraciones hace la elección algo muy complejo y, generalmente, basada en la opinión de alguien cercano, el azar o la oferta del momento.
Fíjate con atención en los siguientes detalles
Consejo 1. Pantalla
Antes incluso de plantearnos si necesitamos un ultrabook, netbook o cualquiera de las otras variantes, lo primero que debemos plantearnos es la pantalla que realmente queremos para trabajar. Puede parecer un tema secundario, sin embargo, este aspecto es el que marcará el resto de nuestras decisiones.
Si vamos a pasar muchas horas delante del portátil o la mayor parte del tiempo utilizaremos el equipo en casa/oficina sin deplazarlo, nos interesará una pantalla grande aunque perdamosmovilidad y ganemos en peso. En esos casos, puede que nos compense cargar con un kilo más de peso cuando nos desplacemos, a cambio de trabajar más cómodamente en todas partes. Actualmente, podemos encontrar pantallas con tamaños que van desde las 10 hasta las 17-18 pulgadas.
Por otra parte, hemos de fijarnos en dos variables fundamentales: la terminación (mate o brillante) y la resolución máxima. Respecto al primer caso, lo habitual hoy día es que las pantallas sean brillantes, pues resultan más luminosas y con colores más vivos. Eso sí, en contrapartida sufren más reflejos y son incómodas de utilizar con fuentes cercanas de luz. Muchas veces es cuestión de gustos, pero apenas encontramos equipos con pantallas mate y, cuando lo hacemos, se trata de modelos dirigidos fundamentalmente a entornos profesionales, donde el objetivo es evitar los reflejos de la iluminación fluorescente típica de las oficinas o poder trabajar a pleno sol.
Añadir leyenda
Respecto a la resolución, cada tamaño tiene sus cifras máximas, aunque podemos resumir que, en pantallas de hasta 11”, lo ideal es contar con 1.366 x 768 píxeles; mientras que, si hablamos de 13 pulgadas en adelante, recomendamos cifras que se sitúen por encima, buscando siempre la máxima posible. Con los sistemas operativos actuales, no tiene mucho sentido comprar pantallas con resoluciones no muy altas, pues cabrá menos información en pantalla, y trabajar con varias aplicaciones al tiempo será más incómodo.
Consejo 2. Tamaño y Peso
El siguiente factor y probablemente para muchos el más importante, es el tándem tamaño/pesode la máquina. Si buscamos algo muy ligero para llevar a cualquier parte en el mínimo espacio, nuestra elección será un netbook, ultrabook o ultraligero. De la misma forma, si apenas vamos a movernos y buscamos atributos como un teclado más amplio o máxima potencia, nuestra mirada debería dirigirse a los equipos más grandes. Nos ahorraremos algo de dinero y tendremos una máquina más adecuada a nuestras necesidades.
Aun así, conviene revisar algunos apartados. Por ejemplo, si vamos a escribir habitualmente, hay que comprobar que la carcasa que elijamos tenga una buen superficie para apoyar las muñecas y, lo más importante, que el teclado sea amplio y de tacto cómodo. Tampoco podemos olvidarnos de comprobar el grosor: un equipo con la base muy alta, termina resultando incómodo para escribir durante largo rato, pues nuestros brazos estarán lejos de la mesa y tendremos molestias al apoyarnos en las zonas de los bordes.
En general, salvo casos concretos, nuestra propuesta es buscar modelos de hasta 2,5 Kg para portátiles estándar (pantallas de 14-15”) y por debajo de esos dos kilos si desemos primar laportabilidad, en cuyo caso hablaríamos de ultraportátiles, ultrabooks o netbooks (en estos dos últimos, el peso rondará 1 Kg).
Consejo 3. Aquello que marca la diferencia
Más que en otra clase de ordenadores, en el segmento que nos ocupa, es donde mayores diferencias podemos encontrar en cuanto a materiales y construcción. Existen diferencias abismales entre unos fabricantes y otros en los chasis/carcasas, eficacia del sistema de refrigeración, optimización para el consumo de energía e incluso cosas menos evidentes de un primer vistazo, como el tacto del teclado/touchpad, la ubicación de los diferentes puertos, la calidad del sistema de sonido o su facilidad para conectar diferentes accesorios.
Como es lógico, muchos de estos detalles van alineados con el precio. A las soluciones de determinados fabricantes, gama y coste se les presupone una mínima calidad en la mayoría de estos aspectos, aunque podemos llevarnos más de una sorpresa. Si tenéis la oportunidad, os instamos a «conocer en persona» el portátil que deséais comprar y realizar una inspección visual lo más crítica posible. En grandes superficies, donde hay docenas de productos expuestos, es fácil apreciar la calidad que muestran unos y otros a simple vista por comparación directa.
Otras cuestiones, en cambio, no se manifestarán hasta que empecemos a usarlo. Aquí, más que nunca, es importante buscar opiniones en Internet de otros usuarios y, en general, intentar comprar equipos de marcas de renombre. Empresas como Toshiba, HP, Lenovo, Dell, Apple, etc., de manera habitual, nos ofrecen productos con una calidad muy superior a las de otras compañías donde su principal baza sea el precio de venta más ajustado.
Consejo 4. Accesorios y recambios
Por último, aunque muchas veces no sea algo determinante en el momento de la compra, hay que tener presente el soporte del fabricante para accesorios y piezas de recambio del modelo elegido. Las baterías de mayor capacidad o alimentadores adicionales (para tener en la oficina u otra casa) pueden ser indispensables en muchas ocasiones y no todos los fabricantes los contemplan para comprarlos a posteriori. Igualmente tenemos el tema de los recambios.
Los portátiles presentan dos riesgos importantes. Por una parte, al ser máquinas que movemos a todas partes y con elementos móviles, es fácil que puedan sufrir golpes, caídas o roturas de todos los tipos. Por otra, rara vez podremos repararlos con componentes compatibles, como ocurre con un sobremesa, por lo que necesitaremos que el fabricante disponga de piezas de recambio específicas.
Precisamente debido a esta clase de situaciones, es bueno decantarse por sellos de renombre con clara presencia local, e incluso valorar la opción de comprar los recambios on-line (HP, por ejemplo, ofrece esta posibilidad en la dirección http://partsurfer.hp.com). Puede que lareparación fuera de garantía resulte tan costosa que no compense el arreglo (es bastante frecuente con pantallas o placas base), pero resulta mucho más frustrante que no tengamos ni siquiera la posibilidad de arreglarlo porque no haya forma de conseguir un recambio determinado.
Los equipos portátiles son los más vendidos en estos momentos. Son atractivos, potentes y sus precios han bajado de manera espectacular durante los últimos años. Sin embargo, la gran cantidad de variantes, fabricantes y configuraciones hace la elección algo muy complejo y, generalmente, basada en la opinión de alguien cercano, el azar o la oferta del momento.
Fíjate con atención en los siguientes detalles
Consejo 1. Pantalla
Antes incluso de plantearnos si necesitamos un ultrabook, netbook o cualquiera de las otras variantes, lo primero que debemos plantearnos es la pantalla que realmente queremos para trabajar. Puede parecer un tema secundario, sin embargo, este aspecto es el que marcará el resto de nuestras decisiones.
Si vamos a pasar muchas horas delante del portátil o la mayor parte del tiempo utilizaremos el equipo en casa/oficina sin deplazarlo, nos interesará una pantalla grande aunque perdamosmovilidad y ganemos en peso. En esos casos, puede que nos compense cargar con un kilo más de peso cuando nos desplacemos, a cambio de trabajar más cómodamente en todas partes. Actualmente, podemos encontrar pantallas con tamaños que van desde las 10 hasta las 17-18 pulgadas.
Por otra parte, hemos de fijarnos en dos variables fundamentales: la terminación (mate o brillante) y la resolución máxima. Respecto al primer caso, lo habitual hoy día es que las pantallas sean brillantes, pues resultan más luminosas y con colores más vivos. Eso sí, en contrapartida sufren más reflejos y son incómodas de utilizar con fuentes cercanas de luz. Muchas veces es cuestión de gustos, pero apenas encontramos equipos con pantallas mate y, cuando lo hacemos, se trata de modelos dirigidos fundamentalmente a entornos profesionales, donde el objetivo es evitar los reflejos de la iluminación fluorescente típica de las oficinas o poder trabajar a pleno sol.
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Respecto a la resolución, cada tamaño tiene sus cifras máximas, aunque podemos resumir que, en pantallas de hasta 11”, lo ideal es contar con 1.366 x 768 píxeles; mientras que, si hablamos de 13 pulgadas en adelante, recomendamos cifras que se sitúen por encima, buscando siempre la máxima posible. Con los sistemas operativos actuales, no tiene mucho sentido comprar pantallas con resoluciones no muy altas, pues cabrá menos información en pantalla, y trabajar con varias aplicaciones al tiempo será más incómodo.
Consejo 2. Tamaño y Peso
El siguiente factor y probablemente para muchos el más importante, es el tándem tamaño/pesode la máquina. Si buscamos algo muy ligero para llevar a cualquier parte en el mínimo espacio, nuestra elección será un netbook, ultrabook o ultraligero. De la misma forma, si apenas vamos a movernos y buscamos atributos como un teclado más amplio o máxima potencia, nuestra mirada debería dirigirse a los equipos más grandes. Nos ahorraremos algo de dinero y tendremos una máquina más adecuada a nuestras necesidades.
Aun así, conviene revisar algunos apartados. Por ejemplo, si vamos a escribir habitualmente, hay que comprobar que la carcasa que elijamos tenga una buen superficie para apoyar las muñecas y, lo más importante, que el teclado sea amplio y de tacto cómodo. Tampoco podemos olvidarnos de comprobar el grosor: un equipo con la base muy alta, termina resultando incómodo para escribir durante largo rato, pues nuestros brazos estarán lejos de la mesa y tendremos molestias al apoyarnos en las zonas de los bordes.
En general, salvo casos concretos, nuestra propuesta es buscar modelos de hasta 2,5 Kg para portátiles estándar (pantallas de 14-15”) y por debajo de esos dos kilos si desemos primar laportabilidad, en cuyo caso hablaríamos de ultraportátiles, ultrabooks o netbooks (en estos dos últimos, el peso rondará 1 Kg).
Consejo 3. Aquello que marca la diferencia
Más que en otra clase de ordenadores, en el segmento que nos ocupa, es donde mayores diferencias podemos encontrar en cuanto a materiales y construcción. Existen diferencias abismales entre unos fabricantes y otros en los chasis/carcasas, eficacia del sistema de refrigeración, optimización para el consumo de energía e incluso cosas menos evidentes de un primer vistazo, como el tacto del teclado/touchpad, la ubicación de los diferentes puertos, la calidad del sistema de sonido o su facilidad para conectar diferentes accesorios.
Como es lógico, muchos de estos detalles van alineados con el precio. A las soluciones de determinados fabricantes, gama y coste se les presupone una mínima calidad en la mayoría de estos aspectos, aunque podemos llevarnos más de una sorpresa. Si tenéis la oportunidad, os instamos a «conocer en persona» el portátil que deséais comprar y realizar una inspección visual lo más crítica posible. En grandes superficies, donde hay docenas de productos expuestos, es fácil apreciar la calidad que muestran unos y otros a simple vista por comparación directa.
Otras cuestiones, en cambio, no se manifestarán hasta que empecemos a usarlo. Aquí, más que nunca, es importante buscar opiniones en Internet de otros usuarios y, en general, intentar comprar equipos de marcas de renombre. Empresas como Toshiba, HP, Lenovo, Dell, Apple, etc., de manera habitual, nos ofrecen productos con una calidad muy superior a las de otras compañías donde su principal baza sea el precio de venta más ajustado.
Consejo 4. Accesorios y recambios
Por último, aunque muchas veces no sea algo determinante en el momento de la compra, hay que tener presente el soporte del fabricante para accesorios y piezas de recambio del modelo elegido. Las baterías de mayor capacidad o alimentadores adicionales (para tener en la oficina u otra casa) pueden ser indispensables en muchas ocasiones y no todos los fabricantes los contemplan para comprarlos a posteriori. Igualmente tenemos el tema de los recambios.
Los portátiles presentan dos riesgos importantes. Por una parte, al ser máquinas que movemos a todas partes y con elementos móviles, es fácil que puedan sufrir golpes, caídas o roturas de todos los tipos. Por otra, rara vez podremos repararlos con componentes compatibles, como ocurre con un sobremesa, por lo que necesitaremos que el fabricante disponga de piezas de recambio específicas.
Precisamente debido a esta clase de situaciones, es bueno decantarse por sellos de renombre con clara presencia local, e incluso valorar la opción de comprar los recambios on-line (HP, por ejemplo, ofrece esta posibilidad en la dirección http://partsurfer.hp.com). Puede que lareparación fuera de garantía resulte tan costosa que no compense el arreglo (es bastante frecuente con pantallas o placas base), pero resulta mucho más frustrante que no tengamos ni siquiera la posibilidad de arreglarlo porque no haya forma de conseguir un recambio determinado.
¿Ultrabook o ultraportátil?
Si hay algo realmente difuso en estos momentos en el terreno de las nomenclaturas son lasdiferencias entre ultraportátiles y ultrabooks. En realidad un ultrabook no es más que unultraligero que se ajusta a las específicaciones marcadas por Intel en el 2011 y que nacieron para competir directamente con el MacBook Air de Apple. Para ser considerado como tal, un ultrabook ha de cumplir características como no superar los 18-21 mm de grosor, integrar unprocesador Intel de bajo voltaje (ULV), disponer de conectividad WiFi de Intel, contar concarcasas metálicas para facilitar la disipación de calor, montar una unidad de disco SSD, ofrecer la máxima autonomía de batería, o contar con soporte para la tecnología Intel Rapid Start de encendido instantáneo.
Los precios objetivo de esta clase de portátiles se mueven entre los 900 y 1.200 euros, como por ejemplo el HP Folio 13, con un coste que parte de los 999 euros. A medio plazo, es más que probable que la denominación de ultraligeros prácticamente desaparezca del mercado y, en última instancia, veamos cómo el segmento de los ultrabooks se llega a convertir en uno de los segmentos más pujantes por volumen de ventas.
Configuración recomendada en cada caso
Consejo 5. El procesador
Hasta el momento hemos hablado fundamentalmente de aspectos externos, aunque sin entrar de lleno en la configuración de los portátiles por los que nos vamos a decidir. Y es que se trata de un aspecto complejo debido a la enorme diversidad de configuraciones disponibles en el mercado.
Aun así, y de forma equivalente al territorio de los sobremesa, el componente que más varía es elprocesador, siendo probablemente el aspecto más complejo de evaluar y comparar en el caso de los ordenadores portátiles, ya que, además de las diferentes velocidades, encontramos modelos de bajo consumo o con características específicas.
Solo se libran de este problema los netbooks, donde la configuración es prácticamente idéntica entre todos los fabricantes por las limitaciones que impone la licencia de Windows 7 Starter. Aquí encontramos fundamentalmente procesadores Intel Atom en alguna de sus variantes, 1 Gbyte de RAM y discos duros de 250 Gbytes. Para el resto, sí encontramos una amplia variedad de alternativas. Por ello, en caso de duda entre diferentes CPUs de Intel, puede resultar muy útil este comparador de la propia Intel que nos permite seleccionar los diferentes modelos y descubrir todos sus detalles y diferencias con exactitud.
Sea como fuere, podemos decir que es válida esta regla: los Core i3, para uso básico y ofimático que buscan precio ajustado; i5, para usuarios que realizan toda clase de tareas y que busquen un buen equilibrio entre rendimiento y coste; e i7, para los usuarios que buscan lamáxima potencia, eso sí, se sitúa en un segmento de precios más alto. Eso sí, en este último caso ojo con el consumo energético y la disipación de calor, pues cuanto mayor sea la frecuencia y número de núcleos del procesador elegido, mayor será el consumo y la temperatura que alcance el equipo al funcionar a pleno rendimiento.
Respecto a las CPU móviles de AMD, de la que no hemos hablado hasta el momento, solo diremos que en portátiles tienen una presencia puramente testimonial. El principal problema es que sus micros, aunque económicos, están muy por detrás de los de Intel en rendimiento, consumo energético y disipación de calor, razón por la que suelen son una opción menos interesante.
Consejo 6. Cuestión de memoria
En cuanto a memoria RAM, la cifra mínima que necesitaremos tener es de 4 Gbytes. No obstante, a poco que hagamos algo más que tareas ofimáticas básicas, nuestra recomendación es instalar al menos 8 Gbytes de RAM.
Si no tenemos la oportunidad de solicitar estos 8 Gbytes de serie o la ampliación resulta excesivamente cara, lo más fácil es acudir a la web de Kingston (www.kingston.com), buscar nuestro modelo de ordenador en el selector de memoria, y comprar on-line o en cualquier tienda las referencias de los módulos de Kingston adecuados para nuestro equipo. en este punto, decir que la adquisición de un par de módulos para sumar 8 Gbytes de RAM a un portátil actual puede costar entre 50 y 80 €, una inversión más que aconsejable.
Eso sí, es muy frecuente que los equipos cuenten con solo 2 bahías para módulos de memoria y que ambas estén ocupados de fábrica. Si, por ejemplo, el equipo monta 4 Gbytes, probablemente nos encontremos dos módulos de 2 Gbytes cada uno. Así, no tendremos más remedio que desechar la memoria original y sustituirla por dos módulos nuevos de 4 Gbytes cada uno. En la citada página de Kingston podemos encontrar el número de bancos y cómo están ocupados en las configuraciones de serie.
Consejo 7. Almacenamiento
Respecto al almacenamiento, en un ordenador de las características de las que hablamos es menos importante contar con la máxima capacidad posible que disponer de unidades de almacenamiento compactas, rápidas y lo más robustas posible ante caídas, vibraciones o golpes secos. De hecho, una de las principales fuentes de problemas en los portátiles son, precisamente, los discos duros mecánicos.
Dejando de nuevo de lado los netbooks, donde las cifras oscilan entre los 160 y 250 Gbytes y el limitado coste impide cualquier mejora, los discos SSD (memoria sólida) se abren paso en segmentos como los ultrabooks y ultraligeros. Esta clase de discos basados en memoria Flash carecen de partes móviles, y son inmunes a vibraciones, caídas o golpes, por lo que resultan la solución más indicada para equipos que llevemos con nosotros a todas partes. Eso sí, dado que comprarlos de serie o encargarlos como opción puede resultar bastante caro, si contáis con un cierto nivel de conocimientos, es preferible que adquiráis la unidad en alguna tienda de componentes y la instaléis vosotros mismos. Por ejemplo, en establecimientos como Optize (www.optize.es), podemos encontrar una unidad SSD de Intel (las mejores) con 160 Gbytes de capacidad por unos 275 €.
Consejo 8. El motor gráfico
En los portátiles actuales el motor gráfico es un elemento contradictorio. Por una parte, lo más interesante es contar con un motor dedicado que nos permita disfrutar de las mejoras visuales de Windows 7 y aplicaciones que hagan uso intensivo de gráficos. Pero, al mismo tiempo, ello supone encontrarnos con uno de los elementos que más elevan el consumo eléctrico y el calor disipado. En consecuencia, aquí más que en ningún otro apartado, los gráficos están claramente diferenciados por tipo de máquina. En los netbooks, ultrabooks y ultraligeros normalmente encontramos motores gráficos integrados de bajo consumo y mínimo tamaño en la placa base. De hecho, en el caso de los dos últimos, los procesadores de Intel basados en Sandy Bridge integran un motor gráfico bastante razonable que cubre las necesidades ofimáticas con mucha dignidad.
Ahora bien, a medida que vamos a equipos más grandes, donde prima menos el peso y la autonomía a favor de las prestaciones, encontramos generalmente gráficos híbridos. Esto es, motores gráficos integrados que funcionan mientras los usamos con la batería y gráficos dedicados de mayor potencia que se activan tan pronto como los conectamos a la corriente eléctrica. Por supuesto, lo habitual es que desde la BIOS o una utilidad específica, podamos forzar utilizar uno u otro tipo según necesidad.
Como compradores poco podremos decidir en este apartado y, de cualquier forma, veremos que cuánto más tamaño físico/de pantalla tiene el equipo y más prestaciones aporta el procesador, mayor capacidad gráfica se nos proporciona. En este sentido, los motores más habituales hoy día son los HD Mobility Radeon de AMD, donde a mayor número, mayor índice de prestaciones.
Fuente: pcactual.com
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