Un grupo de investigadores estadounidenses cree estar cada vez
más cerca de fabricar órganos sintéticos funcionales después de crear una
plantilla de vasos sanguíneos a partir de azúcar.
Hace tiempo que los científicos ensayan el uso de impresoras 3D en la
confección de vasos sanguíneos, elaborando la estructura del tejido capa a capa
con células artificiales.
Pero las células creadas mediante ingeniería sintética a menudo mueren antes
de formar el tejido.
No ha sido así en esta ocasión, por lo que la posibilidad de fabricar tejidos
a partir de esta técnica a base de azúcar abre la puerta a que un día se puedan
usar en trasplantes.
Tuberías para venas
El estudio ha sido publicado por científicos de la Universidad de
Pennsylvania y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en la revista
Nature Materials.
"El gran reto a la hora de cultivar grandes tejidos es cómo mantener las
células vivas, porque cuando pones todas estas células juntas, toman nutrientes
y oxígeno de las células vecinas y terminan ahogadas y muertas", explicó a la
BBC Jordan Miller, miembro del equipo.
En nuestro organismo, el sistema cardiovascular, compuesto por una extensa
red de vasos sanguíneos, soluciona este tema utilizando células y tejidos
naturales.
Así que el grupo científico se propuso hacer lo mismo; construir un sistema
vascular sintético donde se ubicarían las venas artificiales.
El colega de Miller, el profesor Sangeeta Bhatia del MIT, dice que la técnica
es similar a la de fabricar un objeto con la técnica de la cera perdida:
rodeando el molde con metal fundido y después disolver la cera.
Hígado sintético
"Hasta el momento, ha sido difícil fabricar órganos lo suficientemente
grandes como para que puedan tener una función útil, y si implantas un tejido
más grueso que un milímetro, no podemos proporcionar los suficientes nutrientes
sin introducir vasos sanguíneos en el tejido", explica Bhatia.
"Creamos una red donde esperamos que crezcan las venas, lo que sería una
tubería de tejido que imprimimos en 3D a partir de azúcar".
"El azúcar es un buen material que se puede disolver ante la presencia de
tejido vivo y es muy compatible con el tejido biológico".
"Rodeamos la red con células que queremos que se alimenten de los vasos
sanguíneos cuando se implante el tejido. Una vez tenemos esa estructura de
tuberías que se convertirán en tejido, disolvemos el azúcar usando agua".
Los investigadores dicen que con esto quieren demostrar que es posible
construir tejido más grueso que pueda ser alimentado con una red de tuberías, y
de este modo construir un órgano en el futuro.
"Demostramos que se puede usar una impresora 3D para imprimir una red
arbitraria de vasos con tejido de cualquier forma y todo tipo red de vasos
sanguíneos, para luego rodearlos con células del órgano que se quiera crear",
dijo Bhatia.
"Intentamos fabricar un hígado, así que lo rodeamos con células de hígado,
pero se podría hacer con cualquier otro tejido".
"Emocionante"
El profesor Martin Birchall, científico y cirujano de la University College
London, dice que este trabajo responde a "muchos problemas fundamentales en
ingeniería de tejidos".
"La idea de imprimir en 3D ha estado ahí por varios años, y ciertamente es
posible imprimir casi cualquier cosa", apuntó.
"Puedes usar biomateriales, células o una combinación de ambos, y este grupo
de científicos ha identificado correctamente que el punto clave de todo esto es
la vascularidad, asegurándose de que se tengan suficientes nutrientes y salgan
los desperdicios de algo que, de otro modo sería un bloque sólido.
"Y si vas a construir algo como un riñón necesitarás esto. Estoy fascinado
por su propuesta", finalizó, "el próximo paso será probarlo en animales, pero es
realmente muy emocionante".
Fuente: bbc.co.uk
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