Cirujanos en Estados Unidos lograron extraer con éxito un tumor
en la boca de un feto en la que ha sido descrita como la primera operación de
este tipo en el mundo.
A las 20 semanas de gestación se diagnosticó al feto un
teratoma nasofaríngeo de 4 centímetros.
El feto tenía un teratoma nasofaríngeo, un tumor que por lo general es
maligno y está asociado con una alta mortalidad.
El diagnóstico fue llevado a cabo después de someter a la madre a un escáner
a las 17 semanas de gestación en el cual se veía "una burbuja" saliendo de la
boca.
Tal como señalan los cirujanos del Hospital Jackson Memorial en Florida,
quienes llevaron a cabo el procedimiento pionero, todos los casos previos de un
teratoma diagnosticado de forma prenatal han resultado en muerte del feto o en
cirugía de emergencia al nacer.
Y los fetos con teratoma que sobreviven hasta el parto han sufrido
obstrucción de las vías aéreas y múltiples cirugías postnatales.
Tal como expresan los científicos en American Journal of Obstetrics &
Gynecology (Revista Estadounidense de Obstetricia y Ginecología), donde
aparecen publicados los detalles del estudio, "estas complicaciones pueden
evitarse si se logra extraer el tumor en el útero".
Cuando Tammy González, la madre de 37 años, se dio cuenta de "la burbuja" que
salía de la boca de su bebé, fue sometida a ultrasonidos tridimensionales.
La "burbuja" resultó ser un tumor de cuatro centímetros sobresaliendo de la
boca del feto de 20 semanas de gestación.
La madre fue referida al doctor Rubén Quintero, un renombrado cirujano fetal
quien a pesar de nunca haber realizado este tipo de procedimiento estaba
dispuesto a llevarlo a cabo.
Raro y letal
Según el médico, el teratoma nasofaríngeo es extremadamente raro y sólo se ve
en uno de cada 100.000 embarazos.
Pero tal como se informó a la madre, la niña tenía muy pocas probabilidades
de sobrevivir el nacimiento con el teratoma.
Si se dejaba el tumor durante el embarazo, explicaron los médicos, esto
podría resultar en el crecimiento, complicaciones y muerte fetal.
Si el feto sobrevivía el nacimiento tendría que ser sometida a una cirugía de
emergencia y a otros procedimientos quirúrgicos posteriores.
Y también se le ofreció la terminación del embarazo.
La madre eligió la cirugía endoscópica de extracción -que también presentaba
riesgo de aborto- y a las 21 semanas de embarazo fue sometida a anestesia local
mientras se le introducía una aguja en el saco amniótico que protege al feto en
el útero.
Posteriormente se utilizó un láser para extirpar el tumor del paladar duro
del feto en un procedimiento que duró poco más de una hora.
Y Leyna nació sana cinco meses después de la cirugía pionera.
"Cuando finalmente lograron cortar toda esa cosa y pude verla desprendiéndose
sentí como si me hubieran quitado un enorme peso de encima" dijo la señora
González durante una conferencia de prensa en Miami.
"Y finalmente pude ver su cara".
La mujer describió a los cirujanos como "salvadores".
Los médicos, por su parte, comentan que "hasta donde sabemos, éste es el
primer tratamiento exitoso de un teratoma fetal oral en útero".
"La experiencia en este caso sugiere que la festoscopía puede ser utilizada
para llevar a cabo un análisis detallado de una lesión así como para
potencialmente permitir la segmentación de la masa en útero en casos
selectos".
"Además la segmentación en útero permite un parto vaginal".
Y agregan que "el tratamiento en útero potencialmente puede también ser
asociado con una mejor curación".
Leyna Mykaella González nació en octubre de 2010 y pesó al nacer 3,65
kilos.
Hoy es una niña sana de 20 meses y la única marca que puede observarse de la
cirugía es una pequeñísima cicatriz en su boca.
Fuente: bbc.co.uk
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