En el tablero de ajedrez de las aguas somalíes, donde los
mercantes se enfrentan a los ataques continuos de los piratas, está surgiendo
una nueva fuerza: una empresa de seguridad privada dotada de hombres armados y
embarcaciones militares que algunos tildan de ejército privado.
La empresa privada Typhon (Tifón), con sede en los Emiratos Árabes Unidos, se
está preparando para operar junto a las flotas de todo el mundo y ofrecer
protección a los buques de carga que navegan por el Cuerno de África.
A diferencia de otras empresas privadas de seguridad que ofrecen guardias a
bordo de naves ajenas, y que ya operan en el área, Typhon contará con sus
propios buques.
Y muchos se preguntarán hasta dónde llegarán las facultades de esta especie
de ejército privado para ejercer la fuerza contra los piratas.
Los principales actores -entre ellos las Fuerzas Marítimas Combinadas,
lideradas por Estados Unidos, y la división de operaciones navales de la Unión
Europea que opera en Somalia- están de acuerdo en la convivencia con esta
iniciativa.
Sin embargo, muchos reconocen que se está navegando en una zona llena de
zonas grises legales.
Zona de exclusión
Piratería somalí en cifras
- Unos 26 barcos militares, de países de la OTAN y la Unión Europea y otros como China y Japón, patrullan aproximadamente una zona marítima equivalente en tamaño a Europa Occidental.
- En 2011 se registraron 151 ataques de piratas comparados como los 127 de 2010.
- Sin embargo, sólo 25 ataques resultaron en secuestros exitosos para los piratas comparados con 47 en 2010.
- Hasta ahora, este año se han registrado cinco secuestros y 25 ataques.
- En 2011, pirata recibieron US$146 millones, un promedio de US$4.87 millones por barco.
- En estos momentos hay ocho barcos retenidos y 235 rehenes.
- Se estima que operan entre 3.000 y 5.000 pirates operate.
- 1.000 han sido capturados y procesados en 21 países.
Fuente: Fuerza de la Unión Naval Europea en
Somalia
El presidente ejecutivo de Typhon, Anthony Sharpe, dice que se dotará de
protección a buques de carga que se inscriban y formen con ellos un convoy.
Como informa el editor de la BBC para temas de África, Martin Plaut, la firma
pretende establecer lo que se describe como una "zona de exclusión" de un
kilómetro alrededor de los barcos.
La empresa está poniendo a punto tres barcos en Singapur: cada uno tendrá un
máximo de 40 oficiales de seguridad, exintegrantes de la Real Marina británica,
además de 20 tripulantes.
Los buques estarán equipados con ametralladoras y el personal portará
fusiles. Sin embargo, Sharpe le dijo a la BBC que la idea no es simplemente
disponer de más armas que los piratas.
"No se trata de fuerza letal contra la fuerza letal", dijo. "Es más parecido
a colocar alarmas antirrobo para detener al ladrón". Algo así como aplicar el
poder de persuasión.
Aviones no tripulados y radares
Sharpe aseguró que el progreso de las flotas navales será monitoreado por
aviones no tripulados y por radares. Todo buque desconocido que se acerque al
convoy será interceptado.
Las marinas de guerra de todo el mundo ya operan en la zona vulnerable a los
ataques de los piratas somalíes.
Sin embargo, más de 20.000 buques navegan en un área tan peligrosa como
vasta: se extienden desde las aguas de la India hasta las costas de Mozambique.
En la entrevista con la BBC el presidente ejecutivo de Typhon no dijo cuánto
cobraría por los servicios, pero aseveró que las compañías navieras se
beneficiarían de la reducción de las primas de seguros.
La expectativa en algunas empresas es que "habrá una reducción del 50% al 80%
en las primas".
Favorables pero con cautela
Pero ¿qué opinan las flotas que operan en la costa de Somalia?.
Una portavoz de la división de operaciones navales de la Unión Europea en ese
país le dijo a la BBC que el bloque comunitario no se oponía a la
iniciativa.
La clave Murray
- El empresario británico Simon Murray es descrito como aventurero, autor y el hombre de más edad que a los 63 años alcanzó por medios propios el Polo Sur.
- Ex miembro de la Legión Extranjera Francesa, el emprendedor es la figura detrás de la respuesta del mundo empresarial contra la amenaza de los pirtatas.
- Presidente de Typhon es jefe ejecutivo de Glencore que en el año 2010 se estima facturó US$145.000 millones.
"Los buques vigilados por guardias privados no han sido tomados por los
piratas", declaró la comandante Jacqueline Sherriff, de las fuerzas de
Navfor.
Las Fuerzas Marítimas Combinadas, una asociación naval de 26 miembros que
incluye a EE.UU., Corea del Sur, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, así
como también a una serie de países europeos, se muestra igualmente a favor de la
idea.
No obstante, la alianza naval exhibe cautela.
Como explica Plaut, de la BBC, el derecho internacional tiene zonas oscuras
sobre hasta qué punto se puede utilizar la fuerza para protegerse de un ataque
pirata.
"El tema del mandato otorgado a un equipo de seguridad no gubernamental es
complejo y está sujeto a muchas consideraciones legales", apunta el comandante
de las Fuerzas Marítimas Combinadas, Mark Hankey.
Ventajas e inconvenientes
En opinión de Félix Arteaga, investigador principal del Real Instituto
Elcano, en España, el uso de la seguridad privada tiene tanto beneficios como
inconvenientes.
"Entre las ventajas cuenta la de que los asaltos se realizan por pequeñas
lanchas y armas ligeras, lo que permite a las unidades privadas actuar sobre
ellas a distancia –si cuentan con armamento como ametralladoras 12,7 mm o rifles
de precisión- y disuadir de un ataque".
Como le dijo a BBC Mundo, "el problema es que el empleo de la fuerza haga que
los piratas recurran a armamento más pesado y que en caso de entablarse un
enfrentamiento entre atacantes y seguridad, corresponde al patrón decidir si se
usa o no la fuerza para no poner en peligro la carga, tripulación o el
buque".
Otro inconveniente "es la legislación nacional por la que se regula el empleo
de esa seguridad a bordo de buques. Cada país tiene una norma distinta y, por
ejemplo, las unidades privadas tendrían que desembarcar al pasar por el canal de
Suez porque no se permite el tránsito de buques mercantes con armas (lo que
obligaría a bajar y subir tropas). También hay que regular el régimen de
responsabilidades por su actuación, el adiestramiento específico que
tienen".
Pero ¿será eficaz la seguridad privada frente a la piratería somalí si se
tiene en cuenta que ya ha usado esa iniciativa en actuaciones terrestres en
zonas conflictivas?
"A diferencia de actuaciones terrestres en Irak o Afganistán -asevera
Arteaga- donde las compañías privadas realizaban las misiones que las tropas
regulares no querían o no estaban especializadas, en la piratería las fuerzas
navales no pueden proteger a todos los buques en tránsito, por lo que son las
propias compañías navieras –y no los gobiernos– los que tienen que optar entre
contratar seguridad privada o depender para su seguridad de las fuerzas navales
más próximas"
Sin embargo, hasta ahora -insiste-"ningún buque con seguridad privada a bordo
ha sido secuestrado y sí que han sido secuestrados muchos que transitaban por
aguas protegidas por fuerzas navales".
Experticia legal
Las áreas grises son algo que la empresa Typhon no disputa.
"En nuestro equipo vamos a tener dos expertos legales muy reconocidos",
quienes interpretarán las reglas con las que se operará, dijo Sharpe.
Esas normas "en última instancia nos permitirán recurrir en la fuerza letal,
pero hay un muchos de métodos para disuadir a los piratas de que se acerquen a
nuestra zona de exclusión".
La empresa cuenta con una serie de importantes exmilitares en su junta
directiva.
Esta incluye a Lord Richard Dannatt, exjefe del Ejército del Estado Mayor
General en el Reino Unido y el almirante Harry Ulrich, exjefe de las Fuerzas
Navales de EE.UU. en Europa.
Pero tal vez la figura clave es el director de Typhon, Simon Murray,
presidente ejecutivo de Glencore, una de las empresas privadas dedicada a la
compraventa y producción de materias primas y alimentos más grandes en todo el
mundo.
Como opina Martin Plaut, de la BBC, con ese tipo de respaldos la búsqueda de
clientes no tendría por qué ser para Typhon demasiado difícil.
Y como señala Félix Arteaga, "la tendencia parece favorable a una expansión
de la seguridad privada para la que la Organización Marítima Internacional ya ha
dado recomendaciones de empleo a sus afiliados".
Fuente: bbc.co.uk
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