Millones de infartos y otros eventos vasculares podrían evitarse si mucha más gente, incluso aquéllos sanos y sin riesgo de sufrir estas enfermedades, tomaran estatinas, los fármacos para reducir el colesterol.
Ésa es la conclusión de un nuevo estudio que publica la revista The Lancet.
Los investigadores encontraron que ampliando las prescripciones de estos fármacos se reduciría casi 20% el riesgo de sufrir estos eventos, que pueden ser mortales o causar discapacidad grave.
El hallazgo, afirman los científicos de la Universidad de Oxford, Inglaterra, confirma la efectividad de estos medicamentos.
Las estatinas ya son uno de los fármacos más consumidos en todo el mundo.
Y aunque desde hace tiempo se conocen sus beneficios en la reducción de infartos y eventos cerebrovasculares, se recetan únicamente a las personas con alto riesgo de enfermedades vasculares.
Se sabe que el alto nivel de colesterol es uno de los principales factores de riesgo de estas enfermedades.
Los investigadores de Oxford revisaron 27 ensayos clínicos en los que habían participado unos 175.000 pacientes.
Encontraron que el fármaco sí logra reducir "significativamente" el riesgo de eventos vasculares.
"Se nos ha enseñado durante años que el alto colesterol es el asunto más importante, que no se debe tener un alto nivel de colesterol" explica a la BBC el profesor Colin Baigent, uno de los investigadores.
"Pero lo que hemos aprendido es que, cualquiera que sea el nivel de colesterol, es beneficioso reducirlo aún más".
"Cualquiera que sea tu nivel de riesgo, los beneficios pueden exceder cualquier peligro conocido" agrega.
Uno de los efectos secundarios conocidos de las estatinas es la insuficiencia renal.
Pero tal como señala el investigador los beneficios del fármaco superan los riesgos.
Los estudios han demostrado que la mitad de los eventos vasculares ocurren en personas sin enfermedad vascular previa y con poco riesgo.
Los lineamientos en Estados Unidos y Europa recomiendan sólo recetar estatinas a las personas cuyo riesgo de sufrir un evento vascular grave en los próximos 10 años es de al menos 20%.
Esto se calcula con la edad del paciente, nivel de colesterol, presión arterial, su estilo de vida y su historial familiar de estas enfermedades.
La nueva investigación muestra que si se reduce el criterio de prescripción a un riesgo cardiovascular de 10% en los próximos cinco años, unas cinco millones de personas más deberían tomar el fármaco en estas regiones.
Y esto, dicen, salvaría unas 2.000 vidas y evitaría 10.000 infartos o eventos cerebrovasculares cada año.
"La mitad de estas muertes serían entre personas previamente sanas" dice el profesor Baigent.
"Si queremos prevenir la mitad de las muertes por eventos cardíacos o cerebrales, debemos considerar recetar el fármaco a la gente sana".
"Es la única forma de lograrlo".
Riesgos
Una de las principales críticas a esta recomendaciones son los efectos secundarios de estos medicamentos.
Se ha vinculado a las estatinas a problemas del hígado, insuficiencia renal, debilidad muscular y mayor riesgo de diabetes.
El profesor Shah Ebrahim, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, llevó a cabo el año pasado una revisión de esta evidencia.
Sus resultados mostraron cautela y según el científico, los médicos no deberían recetar el fármaco a pacientes sanos.
Ahora, después de revisar el nuevo estudio, expresa que "esta investigación ofrece nueva evidencia de que las estatinas son una forma efectiva y segura de reducir el riesgo de infartos y eventos cerebrovasculares entre personas con muy poco riesgo de estas enfermedades".
"Los beneficios de dar estatinas a todos los mayores de 50 años probablemente ahorrarían dinero al Servicio Nacional de Salud a largo plazo, debido a los costos médicos vinculados a infartos y eventos cerebrovasculares".
Sin embargo, agrega, deberíamos cuestionarnos si es bueno para la gente o la sociedad recurrir a una medicación masiva en lugar de cambiar nuestros estilos de vida.
Fuente: bbc.co.uk
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