Paul Rincon
Por décadas, los científicos han enviado sondas robóticas a las profundidades del Sistema Solar, dando a conocer una serie de mundos diversos y dinámicos que orbitan alrededor del Sol.
Gracias a las naves no tripuladas hemos ampliado enormemente el conocimiento de nuestro vecindario cósmico.
Pero esta avalancha de información ha generado también nuevas interrogantes.
A continuación, le presentamos algunas de estas preguntas para las que los científicos aún no han encontrado la respuesta.
¿SOLOS EN EL UNIVERSO?
Desde los organismos que viven en las fuentes hidrotermales en los lechos oceánicos hasta las comunidades de bacterias que habitan los valles secos de la Antártica, es posible hallar vida en algunos de los ambientes más extremos de la Tierra.
¿Qué nos dice eso de la posibilidad encontrarla en alguna parte del Sistema Solar?
Según explica Andrew Coates, del Laboratorio Mullard de Ciencia Espacial en el Reino Unido, hay una serie de requisitos básicos para que la vida pueda desarrollarse en un planeta o una luna.
El agua en estado líquido es crucial, al igual que lo es el calor, el tiempo (para que la vida evolucione) y los ingredientes químicos adecuados.
Los elementos más vitales son el carbón, el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno, el fósforo y el azufre.
Si la combinación de estos elementos está presente en algún rincón del cosmos, deberíamos concentrarnos en buscar vida no terrestre en unos pocos planetas y lunas.
Aunque Marte haya hecho gala de mares y lagos en sus orígenes, hoy su superficie es un desierto helado golpeado por radiación cósmica.
Un estudio reciente confirmó que el suelo del planeta rojo es demasiado árido para que se desarrolle allí vida microbiana.
Pero si todavía quedan lagos de agua líquida bajo la superficie helada de Marte, también podrían quedar comunidades de microorganismos.
La perspectiva de hallar vida extraterrestre es la misma -o incluso mayor- en satélites helados como Europa, la luna de Júpiter o el satélite de Saturno, Encélado.
En los 80, la nave Galileo detectó signos de un océano en estado líquido bajo la plataforma de hielo de Europa.
Una misión futura a Europa podría llegar a estudiar muestras del océano sin necesidad de perforar cientos de kilómetros de hielo.
Mediante la convección se podría empujar el agua del océano hacia la superficie y, un estudio reciente publicado en la revista Nature demostró la existencia de lagos superficiales a tan sólo 3 kilómetros bajo la corteza de hielo.
El agua se mantiene líquida en Europa gracias al calor producido por las corrientes oceánicas, generadas por la gravedad del planeta.
METANO MISTERIOSO
La sonda Mars Express y telescopios en la Tierra detectaron la presencia de metano en la atmósfera marciana. Esto plantea un problema: los rayos del Sol descomponen rápidamente este gas en otras moléculas, por lo tanto no puede estar allí desde hace tiempo. Esto quiere decir que debe haber una fuente de metano en Marte que alimenta constantemente la atmósfera, a medida que se éste se destruye.
¿De dónde viene? Hay varias posibilidades. Aunque Marte fue considerado en algún momento "muerto", desde el punto de vista geológico, los volcanes activos podrían ser una explicación posible. Otra es que dentro de la corteza podría estar ocurriendo un proceso químico, conocido como serpentinización, que da lugar a moléculas orgánicas.
Otro posibilidad es que existan microbios, porque estos producen gas. En 2013 está prevista una misión a Marte para investigar el origen de este gas metano.
Un problema similar nos plantea la presencia de metano en la luna de Saturno Titán.
Esta luna está envuelta en una atmósfera densa de color naranja compuesta en parte por gas metano. Al igual que en Marte, los rayos ultravioletas descomponen rápidamente el gas.
Dado que no hay suficiente metano líquido en la superficie para mantener su mismo nivel en la atmósfera, tiene que haber reservas del gas bajo la superficie.
Lo que no está claro es cómo sube.
LAS DOS CARAS DE MARTE
El marcado contraste entre los dos hemisferios de Marte ha sido una incógnita desde que esta dualidad se descubrió en los años 70. La mitad norte del planeta se caracteriza por planicies bajas, de corta edad geológica.
Mientras que en el sur, el paisaje es montañoso y salpicado de cráteres.
En los 90, una sonda de la NASA mostró que la corteza era más gruesa en el sur que en el norte. ¿Por qué?
Una de las teorías es que esta dualidad se debe a un proceso interno (quizá a la convección del manto o de las placas tectónicas).
Sin embargo, otras teorías apuntan a que la "dicotomía marciana" se debe a un impacto espacial gigantesco, o incluso a varios. Colisiones semejantes fueron posibles durante la etapa temprana del Sistema Solar. De hecho, se estima que una colisión masiva ocurrida en la misma época pudo haber creado la luna de la Tierra.
ANILLOS MAJESTUOSOS
Saturno está rodeado de un vasto sistema de anillos, un halo majestuoso que se extiende por 270.000 kilómetros. Los anillos están formados en un 90% por agua. Los científicos desconocen cómo se formó este sistema.
Por mucho tiempo los astrónomos pensaron que este sistema era tan viejo como el Sistema Solar que tiene cerca de 4.600 millones de años de antigüedad.
Pero si los anillos están desde hace tanto tiempo, a esta altura deberían estar relativamente sucios por el bombardeo constante de meteoritos. Sin embargo, el hielo está sorprendentemente limpio, sin huellas de polvo espacial.
Por esta razón, muchos científicos han llegado a la conclusión de que los anillos son en realidad mucho más jóvenes.
Sin embargo, también se observó que el hielo se rompe y se une simultáneamente, reciclando el polvo a través del sistema de anillos, y eso le da un aspecto más brillante.
Además de las teorías que sostienen que los anillos son nuevos o viejos, hay otra que combina las dos.
Según Linda Spilker, de la NASA, los anillos más grandes son relativamente antiguos mientras que los más pequeños pudieron haberse formado más tarde.
Fuente: bbc.co.uk
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