Anwar Zibaoui
En los últimos 50 años pocos países han experimentado un crecimiento tan espectacular como los Emiratos Árabes Unidos (EAU). De la pesca y la recolección de perlas al descubrimiento de petróleo, su economía ha transformado la vida de sus ciudadanos pasando de un estilo beduino tradicional a vivir en algunas de las ciudades más modernas del mundo.
Con una población de 8,2 millones y el 80% extranjeros, EAU es la quinta potencia en gas natural y la sexta en reservas de petróleo (9%) en el mundo. En los niveles actuales de producción, las reservas podrían durar 94 años y cabe resaltar que produce 2,8 millones de barriles al día.
El PIB ascendió a 300.000 millones de dólares y los ingresos por exportación de hidrocarburos a 104.8000 millones en comparación con los 79.300 millones del año anterior. El petróleo es el pilar de la economía de los Emiratos y su capital, Abu Dhabi, exporta el 90% del total del país y dispone del 94% de las reservas nacionales.
Si bien la marca de Dubái ha generado más titulares entre los siete emiratos que forman el estado, Abu Dhabi es de lejos la economía más grande y representa el 61% del PIB del país, seguida por Dubái con el 29%. Abu Dhabi también asume la mayor carga del presupuesto federal y el 40 % del gasto estatal. Por su parte, Dubái contribuye con un 3% mientras que los otros emiratos federativos aportan el resto de ingresos.
Al mismo tiempo que muchos países de la región viven tormentas políticas, EAU aumenta los ingresos por turismo, los depósitos bancarios e incrementa la producción de petróleo para compensar el mercado. Pero al igual que todos los países del Golfo, se enfrenta a retos difíciles y algunas vulnerabilidades por su sistema unilateral. Debe frenar la burbuja inmobiliaria, solucionar sus problemas estructurales como la gran dependencia de la mano de obra extranjera y el alto desempleo entre los jóvenes nacionales y, sobre todo, la dependencia excesiva del petróleo.
La mayoría de los emiratos han elaborado planes estratégicos que se centran en la expansión de la economía no petrolera. El Plan de Dubái se basa en servicios, el turismo y consolidar su posición como un centro de transporte global. El plan de Abu Dhabi apuesta por el liderazgo mundial de la producción petroquímica, las energías renovables con la creación de la ciudad sostenible Masdar, así como convertirse en un centro regional para la cultura y deporte con la construcción de varios museos de prestigio y el circuito de Fórmula 1 entre otros proyectos.
Los Emiratos ofrecen excelentes oportunidades, pero, al mismo tiempo, es un mercado exigente y muy competitivo, aparte de entender las tradiciones y costumbres locales, se requiere de las empresas interesadas un compromiso y esfuerzo constantes. En el camino hacia el éxito serán necesarios el desarrollo de planes y sus procesos de ejecución, la identificación de los líderes locales y potenciar el rol del sector privado mediante la atracción y retención de talentos y empresas internacionales.
Las relaciones con España se han intensificado en el último año con la compra de Cepsa por International Petroleum Investment Company IPIC o la cooperación en plantas solares. Aumenta la presencia de empresas españolas en los Emiratos pero sin llegar a desarrollar el gran potencial de este mercado emergente.
Los intercambios comerciales entre ambos países alcanzaron los 1.100 millones en 2010. La inversión española es muy escasa. Sin embargo, los Emiratos Árabes Unidos ha sido el principal país emisor de inversión extranjera directa en España. Las principales inversiones se han llevado a cabo a través de fondos soberanos o privados y es cada vez mayor el interés por el mercado español.
Los fondos soberanos como Ipic se están comprometiendo cada vez más a nivel global, su secretismo se reduce y se ofrecen más detalles de sus finanzas e inversiones. En sus 18 años de historia, estos fondos han acumulado participaciones o alianzas en 238 empresas de 33 países de Asia, África y Europa. La creciente influencia financiera de los Emiratos a nivel mundial es clara.
Abu Dhabi Investment Authority es el principal vehículo para la gestión de los fondos, se cree que es el mayor del mundo, con activos que superan los 627.000 millones de dólares de los cuales se han invertido 300.000 millones. Entre sus inversiones destacan las de Mercedes- Benz, Ferrari, Virgin Galactic, la Fórmula 1, Tesla Motors, Unicredit, el Banco Santander Brasil y Air Berlín entre otros.
Si los Emiratos consiguen crear una economía diferente, la floración del oasis no será un espejismo, sino un valle fértil, sostenible y atractivo.
Fuente: economiadigital.es
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