El Comité Europeo para la Prevención de la Tortura instó a Alemania a que ponga fin a la práctica de castrar a los delincuentes sexuales.
Alrededor de cinco delincuentes sexuales al año optan por someterse a esta operación con la esperanza de disminuir su apetito sexual y poder así ser puestos en libertad.
La autoridades alemanas argumentan que el procedimiento quirúrgico es un tratamiento médico y no un castigo.
No obstante, el comité afirma que es un tratamiento degradante que implica mutilación y es irreversible.
Investigaciones sugieren que sólo un tres por ciento de las personas que son castradas vuelven a delinquir comparado con casi la mitad de las que no lo son.
Fuente: bbc,co.uk
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