Grupos de delincuentes que pertenecen a las comunidades nómadas británicas e irlandesas han estado transportando hombres británicos al exterior para hacerlos trabajar como virtuales esclavos.
Una investigación de la BBC encontró por lo menos 32 víctimas en esta situación.
La Comisión Europea describe el hecho como esclavitud moderna y señala que se trata sólo de la punta del iceberg.
Se confirmaron casos en seis países europeos, entre los que se incluye Suecia, Noruega y Bélgica.
Las pandillas recogen a hombres que se encuentra en situación vulnerable, viviendo en las calles británicas, frecuentemente padeciendo problemas de alcohol y de drogas.
Se les promete trabajo bien remunerado, pero luego se les traslada al exterior donde son forzados a trabajar largas y duras horas asfaltando o pavimentando carreteras por muy poco dinero o nada.
La BBC conversó con uno de los hombres que llegó al puerto sueco de Malmo junto a otros dos británicos que no tenían techo cuando fueron recogidos. Pidió no ser identificado temiendo por su seguridad.
Los hombres trabajaron 14 horas al día con muy poca remuneración o sin pago y viviendo en condiciones terribles y hacinados. Estaban demasiado asustados para escapar hasta que la policía sueca les ofreció ayuda.
"He visto a personas amenazadas con hachas", señaló. "He visto como los han pateado y golpeado. A mí casi me lanzan desde un vehículo en movimiento. Es una situación muy tensa. Uno espera lo que pueda pasar después".
"Apuntando a los más vulnerables"
La comisionada europea para Asuntos Internos, Cecilia Malmstron, teme que estos casos sólo sean solo una muestra de una situación más grave y compleja.
"Es un crimen horrible y es esclavitud moderna".
"Están utilizando a gente muy vulnerable y especialmente durante tiempos económicos duros, gente que ha perdido sus empleos, que no tienen dónde vivir, que han sido expulsados de casa por sus familiares. Tenemos que actuar con más fuerza de lo que lo hemos hecho. Es sólo recientemente que nos hemos dado cuenta de la magnitud del problema".
El gerente responsable sobre tráfico humano en la Oficina Europea de Policía (Europol), David Ellery, dice que las pandillas de nómadas han estado cometiendo esos actos criminales durante mucho tiempo.
"Han estado atacando a los vulnerables en la sociedad, obligándolos a trabajar, pero los casos no están categorizados como tráfico humano. El trabajo se hace normalmente en el norte de Europa donde trabajan en zonas rurales, concentrándose en conseguir víctimas locales de edad avanzada".
"A estas personas se les intimida a pagar por un trabajo considerable así que el crímen es doble; explotación de las victimas y estafa de la personas que paga".
Un informe sobre tráfico humano en Suecia, publicado en 2010, encontró 26 reportes sobre tráfico humano no relacionados con el sexo. "En especial, se trataba de británicos e irlandeses haciendo y trabajos de pavimento en Suecia".
"Las víctimas no suelen denunciar personalmente que han sido víctimas de tráfico humano porque muchas veces no tienen confianza en las autoridades que administran justicia y tienen miedo de sufrir represalias".
Una realidad brutal
Oliver Hayre, de 22 años y del condado inglés de Lincolnshire, murió en un incendio en una caravana en 2005 después de trabajar bajo condiciones terribles para una pandilla de viajeros durante más de tres meses.
El detective superintendente Guy Collings, quien investigó su muerte, señaló: "Desde mi punto de visto Oliver fue definitivamente víctima de tráfico de una pandilla de individuos que en la práctica lo mantuvieron como rehén, quitándole su pasaporte y amenazándolo con violencia si no accedía".
Los padres de Oliver quieren que el gobierno británico haga más para detener ese tipo de explotación.
Su padre, Martin Hayre, señaló: "Estamos en el Siglo XXI. Abolimos la esclavitud, pero no lo hemos hecho realmente... mi percepción es que las autoridades se hacen de la vista gorda y la intimidación contra Oliver era real. Le costó su vida".
Otro informe policial confidencial obtenido por la BBC subraya lo lucrativo que resulta el negocio para las pandillas. Su "cálculo conservador" sugiere que están embolsándose US$5 millones al año en lo que el informe llama "trabajo en negro".
En 2007 la policía noruega calculó que las pandillas nómadas que operaban en el país escandinavo hicieron más de US$17 millones en un año.
El doctor Aidan McQuiade director de la ONG Anti-Slavery International dice que la investigación de la BBC demuestra que los seres vulnerables son especialmente gente sin hogar.
"Que hombres británicos físicamente en buen estado sean amenazados o obligados a trabajar sin pago y a vivir temiendo por su seguridad refleja la realidad brutal de la esclavitud moderna".
McQuiade indica que el gobierno de Reino Unido y de otros países debería hacer mucho más para combatir el problema. Eso ciertamente está en la agenda de la Comisionada Malmstrom. "Esto no es digno de suceder en la Europa de hoy", señala, "y deberíamos hacer todo lo posible para impedirlo".
Un portavoz del ministerio del Interior británico dijo que "el gobierno está comprometido a enfrentar el tráfico humano e impedir el daño que causa a los miembros vulnerables de nuestra sociedad".
Por su parte Ivonne MacNamara, directora del Movimiento de Viajeros Irlandeses en Reino Unido indicó que su organización condenó "la esclavitud absoluta y el trabajo forzado en particular porque los viajeros han sido sometidos a la esclavitud a lo largo de su historia".
Fuente: bbc.co.uk
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